Llevábamos tiempo sin aburrirnos tanto como nos ha pasado con el casting de la última temporada del X-Factor.
Tras seis programas dedicados a las audiciones del concurso televisivo nos vemos obligados a confirmar que este tipo de programas ya no son lo que eran, y que definitivamente se han convertido en un producto manipulado, soso, largo y aburrido.
Ni siquiera ver los diferentes modelitos de Cheryl Cole compensa la pesadilla que ha supuesto tragarse cada capítulo (por llamarlos de algún modo). Vamos... que perfectamente podrían haber resumido el proceso de selección de concursantes en un programa de hora y media y no nos habríamos perdido nada interesante.
Además, ya está claro quien ganará. Se trata de un grupo formado por tres jóvenes (aunque el tercer componente va cambiando constantemente como si se tratara de las Sugababes y no del ganador del X-Factor) y su estilo musical se caracteriza simplemente por tararear las canciones para que el público adivine de qué tema se trata... ¿no os morís por conocer a este peculiar trío?
Tras seis programas dedicados a las audiciones del concurso televisivo nos vemos obligados a confirmar que este tipo de programas ya no son lo que eran, y que definitivamente se han convertido en un producto manipulado, soso, largo y aburrido.
Ni siquiera ver los diferentes modelitos de Cheryl Cole compensa la pesadilla que ha supuesto tragarse cada capítulo (por llamarlos de algún modo). Vamos... que perfectamente podrían haber resumido el proceso de selección de concursantes en un programa de hora y media y no nos habríamos perdido nada interesante.
Además, ya está claro quien ganará. Se trata de un grupo formado por tres jóvenes (aunque el tercer componente va cambiando constantemente como si se tratara de las Sugababes y no del ganador del X-Factor) y su estilo musical se caracteriza simplemente por tararear las canciones para que el público adivine de qué tema se trata... ¿no os morís por conocer a este peculiar trío?
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